Misión cumplida: ¡me he subido en la Noria Real! Así se llama el cachivache de 50 metros de altura desde el que se puede ver toda la cuidad de Lille. ¡¡¡Casi me da un pampurrio!!! ¡Que miedo! Nada mas sentarnos nos han colgado arriba del todo y nos han tenido ahí parados una eternidad (lo que en realidad debió ser medio minuto si pensamos que en total debí de estar dando vueltas nada más que 3 minutos). No me dio tiempo a habituarme y de golpe estaba a 50 metros en un cacharro que se movía y rugía como si fuera a desencajarse de un momento al otro (o esa sensación me dio a mí).
Doma, me quedo sin duda con el parapente. ¡¡No a las norias!!
Aquí os dejo una bonita foto que ilustra el momento (y ya estaba tranquila).
Bueno, después de todo no estuvo tan mal y voy a repetirlo. El viernes os cuento. ¡¡Saludos!!
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